domingo, 21 de diciembre de 2008

Rostros

Añoro…

…Tener tus ojos,
Para entender las sombras
De las palabras en el viento,
Y retenerlas un momento,
Para redescribir el tiempo.

…Tomar prestados tus oídos,
Para escuchar tu pensamiento,
Y encontrar entre tus versos
Los retazos de tus sueños.

…Rozar tus labios cuando hablas,
Para robar de allí cada palabra,
Dejarte mudo y esperar,
El momento en que te toque escuchar.

…Tal vez, tan solo
Esconder mi rostro,
Frente al tuyo descubierto
Y así, un día me encuentres,
Entre los instantes del tiempo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo q este es uno de tus versos más profundos y significativos q has hecho Carol, yo también creo q siendo la otra persona es la única forma de entenderla realmente.....

Anónimo dijo...

lidia.........
simplemente precioso, te felicito me encantò, felicidades y que bueno que retomaste la escritura.
tu papà, que te ama.

Anónimo dijo...

"Jamás desesperes, aún estando en las más sombrias aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante", dice un proverbio chino...
Otra interesante frase, ¿no cree ud, Carol?
Se que no es ningun comentario acerca de vuestra última entrada, pero espero que os guste tanto como aquella frase a la que, por cierto, le dedicó una entrada el año pasado.
Mis cordiales saludos.
Atte.
Cael

P.D. Un texto muy original e interesante, cuyo porqué sigo sin haber comprendido del todo.

Memo dijo...

La escritura y el arte de escribir son procesos complejos, a veces tediosos, a veces rutinarios, a veces suspicaces.

Pero siempre gratificantes.

Pocos tienen la astucia de reflejar las ideas o los sentimientos con palabras; ese don algunos lo explotan para comer, otros para defenderse y un sin número de personas tienden a ir más allá de las palabras para construir universos.

¿Complejo de Dios? Seguramente, tarde o temprano el escritor lo sufre... y le gusta.

Y en ese proceso de ser un méndigo poeta, un remedo de narrador a convertirse en creador de Universos, en cuentacuentos, en letrista -por darle un nombre-... (¿Carterista? A veces las ideas están en el aire, bien por los que las atrapan, MEJOR para el que las usa), está lleno de trabas, musas, secretos y caudales de ideas.

No soy nadie para decir en qué etapa estoy yo, o estas tú o están muchas otras personas que ven que tienen el don de narrar. Lo que menos importa es la crítica cuando se escribe para uno... Pero, cuando uno está dispuesto a publicar y a querer ser interpretado, el deber de todo escritor -desde un punto de vista muy personal- es la comunión con esa persona que quiere sacarle provecho a lo que se escribe.

Trata de manejar y dominar a tu antojo ese caudal de ideas -que no viene a ser más que de tu propiedad-, porque una historia no es conectar cinco ideas y ponerles nombres y rasgos; una historia es la abstracción propia del narrador sobre un hecho específico. Una vez dominado el caudal, dominarás el mundo -TU mundo-.

Lo digo nuevamente, no soy nadie. Soy un poeta perdido -me gusta denominarme así, tal vez como un adjetivo más que como una cualidad- que gusta y teme el poder de las palabras.

N.C.V.