lunes, 17 de noviembre de 2008

La Parada


Me tomó menos de cinco minutos darme cuenta de dónde estaba,
inmediatamente tomé los cinco pesos y salí a tu encuentro,
esperé en la parada que sean las cinco y nada,
retuve mis ganas de volver a llamarte,
dudaba, en realidad, que después de cinco avisos lo olvidaras,
además, sabías mi número, o... lo habría cambiado?

No me moví... si omitimos mi balanceo a la espera.
Uní mis dedos con un juego de manos...
aguardar tu llegada siempre se me había dificultado.

"Encontré los lienzos y mis pinceles", pensé en contarte,
tal vez, simplemente ya no sabía qué comentarte...

Observé un gato jugando con una pequeña caja que
rodó cuesta abajo, pero, mientras trataba de alcanzarla, pasó tu colectivo....
imaginé que bajaste en esa parada, pero no estabas...
encontré un atajo para alcanzarlo,
uniendo dos pequeños tramos a través de una avenida...
quién hubiera pensado que al llegar... ya no te iba a encontrar...

Y solo demoré cinco maldita sea.... solo cinco